miércoles, 2 de noviembre de 2011

Casarse...Embarazada


¿Esperas un feliz acontecimiento? Te estás preparando para vivir el doble de alegría. La noticia de tu embarazo no tiene porque poner patas arriba todos tus planes, sin embargo hay que prever algunos reajustes para la boda.
Repasamos los detalles que tienes cuidar para casarte embarazada:
¿Decirlo o no decirlo?
Cuestión delicada. Todo depende, bien entendido, de tu estado de ánimo y del de tu entorno más cercano... ¡Y de lo avanzado de tu embarazo!
Si acabas de enterarte de la noticia a sólo unos días del gran día, no te sientas en absoluto obligada a anunciarlo a los cuatro vientos. La precaución quiere, por otra parte, que se espere 3 meses antes de informar a tu entorno.
Si estás embarazada de 3-4 meses para la fecha de la boda y temes los comentarios más reaccionarios de la gente, no te expongas a sus desagradables reflexiones y no confíes este secreto más que a tus verdaderas amigas. El resto de la gente tendrá todo el tiempo de descubrir este secreto varios meses más tarde.
Si el parto está previsto próximo al gran día, es muy probable que tus invitados ya se hayan dado cuenta de que tu vientre se ha redondeado.
¿Y mi vestido?
Dependiendo de la morfología y el embarazo de cada una, la silueta puede cambiar más o menos rápido. Pero estate tranquila, sólo porque estés embarazada no tienes que casarte con un vestido-saco.
Sea cual sea tu caso, avisa a la boutique o a la modista de tu estado. Estos profesionales sabrán informarte en consecuencia y prever los ajustes necesarios para tu vestido.
Algunas desearán destacar sus bonitas formas de futura mamá ciñéndolas con un adorno cerca del cuerpo, otras preferirán camuflar su pequeño vientre en un vestido de corte imperio. Ceñido al pecho, destacará tu escote naturalmente más generoso, mientras que su forma acampanada o un plisado desviarán la atención si prefieres no resaltarlo demasiado.
¿Lo sabías? En ciertos ámbitos conservadores, la tradición decía que la futura mamá llevara una pincelada naranja sobre su vestido de novia. Un fajín alrededor de la cintura, una flor prendida del cuerpo del vestido...
Las precauciones a tomar
A lo largo de los primeros meses del embarazo puedes sufrir náuseas muy desagradables. ¿No sería quizá más juicioso posponer la fecha de vuestra boda para disfrutar plenamente de todos estos acontecimientos?
No olvides que estarás más cansada de lo habitual. No te pongas tú sola con los preparativos de tal jornada y delega más.
Preserva tu salud y la de tu bebé dejando definitivamente de fumar y remplazando las burbujas del champán por las de una bebida sin alcohol.
Evita bailar hasta el final de la noche e intenta sentarte lo más a menudo posible durante el banquete.
Si estás próxima a término, ten siempre a mano el número de un médico disponible y una pequeña bolsa lista para salir a maternidad... ¡antes de desaparecer durante la luna de miel!

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